Desconocidos
Era muy tarde, me encontraba fastidiado y cansado del trabajo, incluso, ese día había peleado con mi novia y en el trabajo no había conseguido el puesto que deseaba, lo único que quería era llegar y perderme tras una botella de alcohol y un toque para despejarme.
De pronto, noté que en el vagón
del metro solo me encontraba yo y una chica que lucía realmente bien, tenía
unas tetas y un culo increíble, no tomé importancia y mis ojos comenzaban a
pesar cada vez más tras el paso de cada estación, noté que ella se acercaba
hacia mí y en un abrir de ojos, su mano estaba sobre mis pantalones, me dijo
que me callara, que ella sabía lo que necesitaba y que me haría sentir mejor,
se hincó, sacó mi nepe y lo introdujo en su boca, mientras lo lamia, me decía
que estaba delicioso y que quería probar de mi leche, yo no pude moverme,
estaba viviendo una de mis fantasías sexuales, era tan excitante el sexo con
desconocidos, el sexo público y sin compromiso, dejé que hiciera de mi lo que
quisiera, mi pene estaba muy duro y yo disfrutaba cada movimiento de su lengua,
podía sentir lo estrecho de su garganta, mis piernas comenzaron a temblar y
terminé justo en su boca, ella seguía lamiendo y la dejó tan limpia como en un
inicio, le dio un beso y cerró mi bragueta… después de todo, no fue un día tan
malo
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